El ministro de Minas y Energía de Brasil, Alexandre Silveira, destacó que Estados Unidos, y no China, lidera la exploración de tierras raras en Brasil, particularmente en el estado de Goiás, en el centro-oeste del país.
Silveira, en una audiencia ante la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados, desmintió el miércoles cualquier preferencia ideológica en las inversiones extranjeras, enfatizando la soberanía nacional sobre estos recursos.
Respondiendo a cuestionamientos sobre la venta de minas de níquel a una empresa estatal china, a pesar de una oferta más alta de una empresa europea, Silveira aclaró: “Las empresas chinas no son las principales inversoras en tierras raras en Brasil. Las empresas estadounidenses lideran la exploración de estos minerales, especialmente en Goiás, cerca de Goiânia.”
Aseguró que la transacción fue una decisión comercial entre privados, sin intervención gubernamental, y que Brasil trata a todas las empresas extranjeras de manera igualitaria. “No hubo ningún direccionamiento ideológico. Esos activos podrían haber sido vendidos a Estados Unidos”, afirmó.
El ministro también destacó la cooperación con Estados Unidos, mencionando el restablecimiento del diálogo entre el presidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su propia invitación al G7 en Canadá para discutir minerales críticos.
En contraste, señaló inversiones chinas en otros sectores, como los 5.000 millones de dólares de State Grid, la mayor empresa de transmisión eléctrica del mundo, en proyectos de transmisión eléctrica en Brasil.
En respuesta a preguntas sobre una propuesta de cooperación nuclear que involucra a Brasil, Rusia y China, Silveira aclaró que se trata de una iniciativa estratégica con oportunidades, pero que debe ser cuidadosamente evaluada.
“Queremos comprender los términos de ese posible entendimiento y las garantías de que respeta los compromisos asumidos por Brasil, fortaleciendo nuestra soberanía sin generar dependencias o vulnerabilidades”, afirmó.
Mencionó específicamente conversaciones con la empresa rusa Rosatom, junto con la china CGN y la estadounidense Westinghouse, destacando acuerdos firmados en los últimos dos años que incluyen transferencia de tecnología para generación de energía y aplicaciones en medicina nuclear.
Silveira enfatizó que Brasil, como poseedor de la séptima mayor reserva de uranio del mundo (306.000 toneladas, con solo el 30% del subsuelo explorado), debe modernizar su sector nuclear.
Propuso una reestructuración integral de las empresas nucleares brasileñas, como la INB y la Eletronuclear, para mejorar la eficiencia y avanzar en tecnologías como pequeños reactores modulares, esenciales para sistemas aislados en la Amazonia.
“Estamos estudiando una reestructuración del sector nuclear para hacerlo más eficiente, inspirándonos en modelos como el de Rosatom”, señaló, destacando la necesidad de un proyecto nuclear de Estado, no solo de gobierno.



