El presidente de China, Xi Jinping, dijo el martes a su homólogo brasileño que ambos países pueden dar ejemplo de “autosuficiencia” para las potencias emergentes, en un contexto de crecientes desafíos comerciales y geopolíticos.
Los dos líderes han buscado en los últimos meses presentarse como firmes defensores del sistema de comercio multilateral, en contraste con la ofensiva arancelaria del presidente estadounidense Donald Trump.
La llamada de Xi al presidente Luiz Inácio Lula da Silva se produjo horas después de que Trump anunciara una nueva prórroga de 90 días a los duros aranceles contra China.
También siguió a los indicios de Lula la semana pasada de que planeaba hablar con los líderes de India y China para evaluar una respuesta coordinada a las medidas comerciales de Estados Unidos.
Xi dijo a Lula que las relaciones entre China y Brasil atraviesan su mejor momento, según la agencia estatal Xinhua.
Añadió que China trabajará con Brasil para “dar ejemplo de unidad y autosuficiencia entre los grandes países del sur global” y “construir en conjunto un mundo más justo y un planeta más sostenible”, informó Xinhua.
El mandatario chino sostuvo que “todos los países deben unirse y oponerse con firmeza al unilateralismo y al proteccionismo”, en una clara alusión a los aranceles de Washington.
Un comunicado de la presidencia brasileña indicó que la llamada duró cerca de una hora y que ambos líderes abordaron temas como la guerra en Ucrania y la lucha contra el cambio climático.
“Ambos coincidieron en el papel del G20 y de los BRICS en la defensa del multilateralismo”, señaló el texto, en referencia al grupo de las veinte mayores economías y al bloque de potencias emergentes.
Los mandatarios también “se comprometieron a ampliar el alcance de la cooperación en sectores como salud, petróleo y gas, economía digital y satélites”, añadió.
Pekín ha buscado en los últimos años acercarse a América Latina como forma de contrarrestar a Washington, históricamente la potencia más influyente en la región.
China ha superado a Estados Unidos como mayor socio comercial de Brasil, y dos tercios de los países latinoamericanos se han sumado a la iniciativa de infraestructuras de la Franja y la Ruta impulsada por Xi.
Brasil exporta grandes volúmenes de soja a China, que, como principal consumidor mundial, depende en gran medida de las importaciones.
Pero Trump intenta promover un cambio en el origen de las compras chinas del grano, utilizado para la alimentación animal y la producción de aceite de cocina.
El domingo, el presidente estadounidense dijo en una red social que esperaba que China “cuadruplicara rápidamente sus pedidos de soja”, lo que, según él, ayudaría a equilibrar el comercio bilateral.
Lula realizó en mayo una visita de Estado de cinco días a China, durante la cual declaró en un foro de cooperación entre Pekín y América Latina que su región no quiere “iniciar una nueva guerra fría”.



