Argentina ha lanzado una medida sorprendente en el sector agrícola: una exención tributaria total y temporal para las exportaciones de granos y oleaginosas clave, como la soja, el trigo y el maíz, vigente hasta el 31 de octubre.
La política incluye un mecanismo de “límite de pérdidas”: se suspenderá de inmediato si las exportaciones generan 7.000 millones de dólares en divisas.
Un artículo publicado en una cuenta de WeChat especializada en asuntos agrícolas globales describe esta medida no como un apoyo a los productores, sino como una “apuesta de alto riesgo” del gobierno argentino para reponer urgentemente sus reservas de divisas, que se encuentran en niveles críticos.
Además, el autor sostiene que esta iniciativa trasciende la emergencia doméstica y tiene consecuencias significativas para el equilibrio de poder en el mercado mundial de la soja.
El autor señala que la política provocará un exceso de oferta y un colapso de los precios.
Al incentivar una venta masiva y concentrada de granos almacenados para aprovechar la exención tributaria, con aproximadamente la mitad de la cosecha actual de soja aún en manos de los productores y un gran remanente del año anterior, se espera que esta súbita inundación de oferta en el mercado haga caer los precios locales de los cultivos. Así, el beneficio financiero de la exención se vería anulado por los menores precios de venta.
El impacto más amplio de esta política es la reconfiguración de la competencia entre China y Estados Unidos por la influencia en América Latina.
El principal afectado por esta venta masiva de Argentina es el sector agrícola de Estados Unidos. El artículo destaca que la soja argentina, ahora libre de impuestos, se ha vuelto competitiva en precio e incluso más barata que los suministros estadounidenses, lo que perjudica directamente a los productores de ese país durante su temporada de cosecha.
Esto ocurre en un momento en que China, el mayor comprador mundial de soja, aún no ha realizado compras significativas de la nueva cosecha estadounidense.
Si China opta por adquirir más soja argentina a bajo costo, esto reducirá la cuota de mercado y los intereses económicos de Estados Unidos.
Además, esta política intensifica la rivalidad entre los gigantes agrícolas de América Latina, Argentina y Brasil, una competencia que China maneja hábilmente en su beneficio.
Al tener la opción de abastecerse de una Argentina más barata, China gana mayor poder de negociación en los precios con su principal proveedor, Brasil. Esta dinámica debilita el poder de negociación colectivo de las Américas y refuerza la posición de China como consumidor dominante.
¿Por qué es importante?
Esta política se cruza con la rivalidad entre Estados Unidos, China y Brasil en el mercado de la soja. Al hacer que su soja sea temporalmente más barata y atractiva para China, Argentina intensifica la competencia con Brasil y afecta directamente las exportaciones estadounidenses, reconfigurando las dinámicas estratégicas del mercado mundial de la soja y otorgando a China mayor influencia en las Américas.




