Las nuevas cuotas de exportación de cobalto de la República Democrática del Congo entrarán en vigor el 16 de octubre, generando incertidumbre para CMOC, la empresa china que opera la mayor mina de cobalto del país.
Esta medida reemplaza una prohibición total de exportaciones destinada a elevar los precios globales del cobalto. Antes de la prohibición en febrero, los inventarios globales habían alcanzado 60.000 toneladas (suficientes para tres meses de suministro mundial) con precios en mínimos históricos.
Los precios han subido desde entonces, pero la prohibición golpeó duramente a los productores, con varios declarando fuerza mayor en las entregas de cobalto.
La prohibición tampoco cumplió con las metas de ingresos del gobierno congoleño, alcanzando apenas la mitad del objetivo y ampliando los déficits fiscales.
Las acciones de CMOC se desplomaron tras la imposición de la prohibición y subieron un 36% después del anuncio del sistema de cuotas. Sin embargo, persiste mucha incertidumbre.
El nuevo sistema permitirá exportar 18.125 toneladas para el resto de este año, con topes de 96.600 toneladas tanto para 2026 como para 2027. No obstante, el tope de 96.600 toneladas representa solo el 44% de la producción total del Congo en 2024.
Esto significa que los suministros seguirán restringidos, lo que aumentará la presión sobre las contribuciones de CMOC a los inventarios estatales chinos. En 2026, solo podrá enviar el 27% de lo que produjo en sus minas congoleñas en 2024.
Kenny Ives, director comercial de CMOC, advirtió que precios más altos podrían afectar la demanda de los fabricantes de baterías que consumen la mayor parte del cobalto de la compañía: “Creo que está en el límite superior de lo que la gente tolerará sin verse obligada a cambiar”, dijo.
¿Por qué es importante?
La cuota de exportación del Congo es un intento al estilo OPEP para generar escasez y elevar precios, una táctica cada vez más popular entre las potencias mineras del sur global. Sin embargo, también acelera la investigación en tecnologías de baterías post-cobalto, lo que plantea el riesgo de que el Congo quede rezagado.




