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China enfrenta una creciente deuda local y débiles ingresos por venta de terrenos

La deuda de los gobiernos locales de China sigue creciendo ante la debilidad del sector inmobiliario que recorta los ingresos por venta de terrenos, lo que obliga a emitir más bonos y a depender cada vez más de subsidios. (Foto: FRED DUFOUR / AFP)

La deuda de los gobiernos locales de China ha alcanzado niveles sin precedentes, ya que el débil mercado inmobiliario ha reducido drásticamente los ingresos por venta de terrenos de los que dependían las ciudades.

Según un informe que cita a Nikkei Asia, la deuda total contraída directamente por los gobiernos locales y a través de sus vehículos de financiación (LGFV) asciende actualmente a unos 134 000 millones de yuanes, equivalentes a aproximadamente 19 000 millones de dólares al tipo de cambio actual.

Los gobiernos locales han emitido más bonos este año como respuesta a la contracción de ingresos provocada por la prolongada desaceleración del sector inmobiliario.

A finales del mes pasado, la emisión de bonos locales había superado los 1,41 mil millones de dólares, por encima de los 1,37 mil millones emitidos el año anterior. El saldo pendiente de bonos locales alcanza aproximadamente los 7,64 mil millones de dólares.

Li Dawei, director del Departamento de Gestión de Deuda del Ministerio de Hacienda, señaló que los gobiernos locales están acelerando la emisión de bonos y distribuyendo los fondos lo más rápido posible.

La desaceleración inmobiliaria sigue siendo el principal punto de presión. Entre enero y octubre, las ventas de terrenos generaron menos de 353 000 millones de dólares, muy por debajo de los 1,23 billones de 2021.

Más del 10 % de las subastas de terrenos este año, según informes, no atrajeron ningún postor. Analistas como You Zhipei estiman que los ingresos por venta de terrenos podrían rondar los 424 000 millones de dólares en 2025, aún muy lejos de los más de 707 000 millones registrados en el pico.

La deuda oculta sigue creciendo

La deuda oculta —pasivos acumulados a través de los LGFV y otros canales extrapresupuestarios— representa otro gran desafío. El proveedor de datos DZH calcula que la deuda con intereses de estas entidades suma unos 12,31 billones de dólares.

Sumada a los bonos oficiales de los gobiernos locales, la deuda total alcanza los 18,95 billones de dólares. El Fondo Monetario Internacional estima únicamente la deuda de los LGFV en 9,20 billones de dólares en 2024.

La mayoría de los LGFV operan con bajos rendimientos. Casi el 10 % registra pérdidas y solo cerca del 3 % presenta rentabilidades superiores al 4%.

Sus beneficios combinados a finales de 2024 se estiman en 77 800 millones de dólares, muy por debajo de los más de 141 400 millones de dólares en subsidios gubernamentales de los que dependen.

A pesar de las crecientes presiones, los LGFV siguen operando bajo una garantía implícita del gobierno.

Para trasladar parte de este riesgo a los balances oficiales, el gobierno central aprobó el año pasado la emisión de 1,41 billones de dólares adicionales en bonos locales.

El objetivo es evitar que la deuda oculta desencadene una crisis financiera de mayor alcance.

Los gobiernos locales han emitido más bonos este año como respuesta a la contracción de ingresos provocada por la prolongada desaceleración del sector inmobiliario.

La desaceleración inmobiliaria sigue siendo el principal punto de presión. Entre enero y octubre, las ventas de terrenos generaron menos de 353 000 millones de dólares, muy por debajo de los 1,23 billones de 2021.

La mayoría de los LGFV operan con bajos rendimientos. Casi el 10 % registra pérdidas y solo cerca del 3 % presenta rentabilidades superiores al 4 %.

Sus beneficios combinados a finales de 2024 se estiman en 77 800 millones de dólares, muy por debajo de los más de 141 400 millones de dólares en subsidios gubernamentales de los que dependen.

A pesar de las crecientes presiones, los LGFV siguen operando bajo una garantía implícita del gobierno.

Para trasladar parte de este riesgo a los balances oficiales, el gobierno central aprobó el año pasado la emisión de 1,41 billones de dólares adicionales en bonos locales.

El objetivo es evitar que la deuda oculta desencadene una crisis financiera de mayor alcance.