China declaró el jueves que “se opone firmemente a cualquier coerción” tras la propuesta de México de imponer un arancel del 50% a las importaciones de automóviles provenientes del gigante asiático.
La iniciativa, incluida en un proyecto de ley presentado por el gobierno de México al Congreso, busca apaciguar al presidente de Estados Unidos, Donald Trump —quien ha instado repetidamente a los socios comerciales a aumentar los aranceles sobre China—, al tiempo que fortalece su propio sector industrial.
La Casa Blanca ha señalado que los productores chinos están abusando de un acuerdo de libre comercio entre Estados Unidos, México y Canadá para enviar bienes al norte a través de la frontera mexicana sin aranceles.
Si el proyecto de ley es aprobado, las importaciones de vehículos ligeros desde China estarán sujetas a un arancel del 50%, y las autopartes a entre un 10% y un 50%.
“China… se opone firmemente a cualquier coerción por parte de otros para imponer restricciones a China bajo diversos pretextos, lo que socava los derechos e intereses legítimos de China”, afirmó el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Lin Jian, en una rueda de prensa regular, en una referencia velada a Estados Unidos.
“Protegeremos de manera resuelta nuestros intereses de acuerdo con las circunstancias reales”, añadió Lin.
“China concede gran importancia al desarrollo de las relaciones entre China y México, y espera que México avance en la misma dirección que China”, agregó.




