Las elecciones presidenciales en Honduras siguen sin un ganador definido, con el centrista Salvador Nasralla del Partido Liberal manteniendo una ventaja mínima sobre Nasry Asfura del Partido Nacional, pero ambos candidatos han prometido reanudar las relaciones diplomáticas con Taiwán, representando un potencial revés significativo para China en la región.
Honduras rompió relaciones diplomáticas con Taiwán el 2023, cuando el gobierno de la presidenta Xiomara Castro anunció el reconocimiento exclusivo de la República Popular China, terminando más de 80 años de lazos con Taipéi.
Con el 80% de los votos escrutados, Nasralla obtenía el 40,23% frente al 39,68% de Asfura, según los últimos datos preliminares del Consejo Nacional Electoral (CNE).
Para Alonso Illueca, profesor asociado en la Universidad Santa María La Antigua de Panamá, China se perfila como la principal perdedora de los comicios independientemente del ganador final.
“Nadie sabe quién va a ser el gran ganador de estas elecciones […] pero que sí sabemos quién es el gran perdedor. El gran perdedor en estas elecciones ha sido China, porque básicamente si sumamos el porcentaje de estos dos, estamos hablando que el 80% de la población está a favor de restablecer relaciones diplomáticas con Taiwán”, afirmó Illueca en una entrevista.
Illueca describió el caso hondureño como “atípico” en América Latina, ya que los beneficios tangibles de las relaciones diplomáticas con China son “cercanos a cero”, mientras que la ruptura con Taiwán ha causado “un daño casi letal” a la industria camaronera.
Antes que Honduras rompiera relaciones con Taiwán, las exportaciones de camarones a Taipéi representaban cerca del 40% del total, con un valor anual de unos 100 millones de dólares y empleaba directamente a unas 23.000 personas.
Según un informe de la Asociación Nacional de Acuicultores de Honduras (ANDAH), las exportaciones de camarón hacia Taiwán se desplomaron en 2024: pasaron de 11 022 toneladas métricas a solo 4218 toneladas métricas, lo que supone una caída del 62%.
El informe además señala que las expectativas de exportar 250 contenedores hacia China el 2024 no se cumplieron y solo lograron enviar dos.
No obstante, Pekín ha defendido esta semana la relación bilateral con Honduras señalando que el país centroamericano se ha beneficiado con la entrada de tabaco al mercado chino o la compra por parte del gigante asiático de camarones y café.
Según Illueca, revertir el reconocimiento diplomático a China sería una decisión sencilla para Honduras por el bajo costo comercial y marcaría un precedente histórico: el primer país en el mundo que, tras adherirse al principio de una sola China, decide revertir el estatus quo y cambiar de bando diplomático.
¿Efecto dominó?
El efecto contagio ya se siente en Centroamérica.
En Costa Rica, el candidato presidencial del Partido Liberal Progresista para las elecciones del 2026, Elie Feinzaig, propuso abiertamente restablecer relaciones con Taiwán sin romper el vínculo económico con China.
En Panamá, ocho diputados viajaron en noviembre a Taipéi pese a la desaprobación del presidente José Raúl Mulino.
En el triángulo del litio, los resultados también han sido adversos para Pekín. “Los tres países del triángulo del litio –Bolivia, Argentina y Chile– tuvieron elecciones en donde el candidato que hubiese favorecido de mejor manera los intereses de China no resultó vencedor”, señaló Illueca.
Ante la nueva realidad, Pekín ha pasado “de una postura ofensiva a una postura defensiva” en Centroamérica y concentra esfuerzos en los tres grandes donde conserva ventaja estructural: Perú (puerto de Chancay y corredor bioceánico), Chile (principal socio comercial) y Brasil (soja y alternativa al Canal de Panamá).
“La lógica está orientada a priorizar tres países en particular”, resumió Illueca.
El analista concluyó que China enfrenta “una tendencia clara” en la que se ha convertido en tema central de campaña en prácticamente todo el superciclo electoral latinoamericano de 2025-2026.



