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Mientras el mundo tiembla, Perú ve optimista la guerra comercial

Autoridades y empresarios reunidos en Expo China 2025

Cuando todo el mundo aguardaba con expectación la cumbre del miércoles entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el mandatario chino, Xi Jinping, los líderes empresariales peruanos observaban con entusiasmo las oportunidades abiertas por la guerra comercial.

La multitud se agolpaba al mediodía para ingresar a la Expo China 2025, que se celebra en el Centro de Exposiciones Jockey de Lima. Importadores, exportadores, políticos y empresarios de Perú y Brasil debatían cómo hacer negocios en el contexto actual.

Tras la última escalada del conflicto entre China y Estados Unidos —con el Canal de Panamá bajo presión y las exportaciones brasileñas de soja y carne a China en aumento—, Perú se sitúa en una posición privilegiada: a medio camino entre el gigante sudamericano y el coloso asiático.

Perú se presenta como el socio necesario para que China garantice su suministro de alimentos, con Brasil como proveedor principal.

Tras la inauguración del puerto de Chancay en noviembre del año pasado, el Congreso aprobó recientemente un régimen tributario especial para Zonas Económicas Especiales Privadas (ZEEP).

La norma ofrece beneficios por 25 años, con una tasa del Impuesto a la Renta (IR) del 0 % durante los primeros cinco años, que ascenderá gradualmente hasta el 15 % al final del período.

Según el exministro de Comercio Exterior y Turismo, Juan Carlos Mathews, empresas chinas y brasileñas tienen el interés de instalar plantas procesadoras en estas zonas.

“Hay productos agrícolas o pesqueros donde el tiempo es clave: una cosa es transportarlos 45 días para procesarlos en destino; otra, procesarlos en media hora tras la captura. El resultado es un producto de óptima calidad”, declaró Mathews a China en las Américas.

Además, Perú cuenta con un Tratado de Libre Comercio con China vigente desde 2010 —que Brasil no tiene—, lo que incentiva a empresas brasileñas a instalarse en territorio peruano. “Lo bueno es que capacitan a la mano de obra local”, añadió.

“Perú tiene una oportunidad de ganar con esto más que nadie”, concluyó Mathews.

Infraestructura para exportar a China

Durante años, Perú y Brasil integraron su transporte con la Carretera Interoceánica, un corredor vial de 2.600 km que une el Pacífico peruano con el Atlántico brasileño a través de la Amazonía, promovido por Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010) y Ollanta Humala (2011-2016), ambos condenados luego por corrupción vinculada a Odebrecht.

Ahora, el Tren Bioceánico —un ferrocarril de 3.755 km desde Santos o Ilhéus (Brasil) hasta Chancay (Perú)— toma el relevo.

En julio de 2025, Brasil y China firmaron un acuerdo para financiar estudios de viabilidad, mientras Perú incluyó recursos en su presupuesto para el tramo Bayóvar-Pucallpa.

“Estoy seguro de que, en términos políticos, Brasil y Perú ya no miran hacia lados opuestos del globo terrestre como en el pasado”, afirmó el embajador brasileño en Lima, Clemente Baena.